domingo

PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO TARYN MORENO

Resúmen
Taryn Moreno
4-751-2078
Pedagogía del Oprimido
Introducción
La pedagogía dominante es la pedagogía que busca esclavizar al pueblo. La educación liberadora es aquella que se opone a la opresión, la cual consecuentemente permitirá conocerse a uno mismo. El ideal de esta última es colocar a la educación como vía para alcanzar la libertad, para ello es necesario alfabetizar; proceso que consiste en una reflexión profunda de la cultura y a su vez abre nuevos caminos, también es necesario concienciar y establecer una crítica constructiva sobre sí mismo y sobre el mundo.
La concienciación es la ventana a la expresión de aquellas insatisfacciones sociales. Aquel que está comprometido con la causa liberadora no tiene temor de luchar, de escuchar la voz de otros, no tema a la interacción con el pueblo, lucha por una libertad conjunta, lucha con el pueblo.
La pedagogía liberadora promueve en el hombre el reflexionar y armarse de las herramientas necesarias para cambiar su realidad. No solo es necesario concienciarse de su estado de opresión sino anhelar salir de esa realidad.
La pedagogía del oprimido presenta un régimen donde se busca tener el control absoluto, donde aquellos que más trabajan, menos oportunidades tienen de expresarse, mientras que los dominadores dictaminan las directrices, y esta situación se perpetuará a menos que los oprimidos no se armen de valor para salir de esta opresión.
Capítulo 1
La continua violencia por parte de los opresores se manifiesta en los procesos de deshumanización que continuamente realizan sobre los oprimidos, es necesario que para que la lucha contra la opresión tenga sentido se busque precisamente restaurar la humanidad “perdida”  y no solo es necesario la libertad para los oprimidos, también es necesaria para los opresores.
Una manera de tener el control del pueblo es a través de una falsa generosidad, dotándolo de beneficios para paliar sus esfuerzos en búsqueda de la libertad, para mantenerlos contentos y mudos, cuando una generosidad verdadera consistiría más bien en considerar al oprimido como un ser humano y no negarle sus derechos.
Otra limitante para buscar la libertad sería el miedo a la misma, es necesario que los oprimidos tomen conciencia de que sin ellos, los opresores no existirían.
Por otro lado, muchas veces el estado opresión se percibe como “designios divinos”, como si fuera creación de Dios mantenerlos en una condición inhumana.
En medio de este proceso es posible encontrar oprimidos que desarrollen cierta admiración por el opresor, y pueden llegar a desarrollar un anhelo de poder igual al que se tiene sobre ellos.
Los oprimidos llegan a creer todo lo negativo que se señala sobre ellos, menospreciándose y reconociéndose como incapaces de poseer el saber.
La pedagogía del oprimido consiste en un proceso que se realiza con y no para el oprimido. Es un proceso complejo que principalmente involucra conocimiento de sí mismos,  reconocimiento que muchas veces en ellos puede también habitar el opresor o en otros casos pueden llegar a constituirse en El Opresor.
Se necesita tanto de reflexión como de acción por parte del hombre hacia el mundo para ver cambios.
Capítulo 2
La dupla Opresor/Oprimido se puede ver incluso en los centros educativos.
Un claro ejemplo es aquella en la que impera la mera narrativa, discursiva y clase disertadora, donde hay una comunicación unilateral en la cual no se permite la participación activa. El educador se constituye como único poseedor del saber, el que a su vez es el encargado de llenar las cabezas de los individuos con sus ideas. Se destacan en este método la memorización, la casi prohibición de la creatividad y el pensamiento auténtico, el bloqueo de la imaginación y la expresión. En definitiva buscan adoctrinarlos para su mundo de opresión. Esta es una “educación bancaria”, donde solo se depositan contenidos sobre los educandos.
A diferencia de la “educación bancaria”, existe la educación problematizadora, la cual abre las puertas de la comunicación, considera al dialogo como indispensable y también coloca tanto al educador como al educando como protagonistas y aprendices en el proceso educativo. Donde ambos desarrollan una mirada crítica e investigativa sobre lo que los rodea.
Capítulo 3
La palabra verdadera es aquella capaz de cambiar al mundo, esta involucra dos conceptos indivisibles: acción y reflexión.
El proceso de humanización requiere palabras verdaderas y audibles, el diálogo es indispensable para lograr la unión de aquellos que quieren obtener la libertad, es el medio necesario para expresarse y dar a conocer su inconformidad. Para que haya comunicación es necesario amar a los hombres y a la vida, poseer fe y esperanza de que se puede lograr una situación mejor. Y es esa fe y esperanza los impulsadores que se transformarán en acciones concretas de lucha, ya que se esperan resultados.
El diálogo no consiste en una mera transmisión de la visión que tenemos del mundo, sino dialogar con nuestros educandos de manera que ellos también exterioricen.
También cobra importancia que el educador conozca el medio y la cultura donde se desarrolla la vida de los educandos, para así entender las posibles dificultades que puedan imperar a su alrededor, aquellas llamadas “situaciones límites” y así juntos buscar soluciones. Es necesario para desarrollar aquellos temas de interés, realizar un “corte” de manera que pueda quedar al descubierto cada una de sus partes y así trabajar sobre ellas. Mientras más se adentran en la investigación de su realidad, más se percibe la necesidad de cambio y a su vez la necesidad de educación e investigación temática.
Si la educación es de tipo dialógica permite a los aprendices (educadores y educandos) formar su propia visión del mundo.
Capítulo 4
El liderazgo que pretenda o manifieste ser humano, pero en el cuál no se recurra al diálogo evidencia a un opresor dentro de sí. Los movimientos tranformistas no pueden temer a la participación de las masas, a su vez no pueden dejar de rendirle cuentas.
Teoría Antidialógica
-Conquista: la corriente antidialógica pretende tener el control, conquistar. El opresor determina los objetivos que quiere lograr sobre el objeto conquistado, que pasa a ser una posesión convirtiéndose en un mero receptor de contenidos.
-División: Conceptos como unión, organización y luchas son percibidos como peligrosos. Una de las artimañas empleadas para dividir es favorecer a ciertos líderes comunitarios prometedores, para que estos viéndose favorecidos desistan en su lucha por el pueblo.
“Divide y reinarás”.
-Manipulación: se es más efectiva la manipulación en la medida en que aumente la inmadurez política ya sea en el área urbana o rural. Para manipular se llevan a cabo pactos “conciliadores” entre los opresores y las masas oprimidas, así como también a través de los proyectos asistenciales, simulando verdadero interés por el pueblo.
-Invasión cultural: Es la penetración en el contexto cultural del oprimido, imponiendo su visión del mundo. Es un tipo de violencia ya que se infiltra sin pedir autorización hasta la misma esencia del pueblo; su cultura. Para que suceda es necesario que el oprimido se perciba como inferior frente a su opresor.
Teoría Dialógica
-Colaboración: Esta debe ser entre personas con diferentes funciones, que las mismas sean responsables, teniendo como baluarte la comunicación para emprender en unión la tarea liberadora.
-Unión: Esta precede a la acción cultural, es necesario el establecimiento de objetivos claros y el esclarecimiento de metas favorables para el pueblo. Tener en claro lo que se quiere lograr.
-Organización: Esta viene como producto de la unidad,  está relacionada con el establecimiento de pautas para llevar a cabo la lucha liberadora, sin opresión pero con figuras de autoridad para encaminar la causa.
-Síntesis Cultural: Los liberadores buscan conocer al pueblo y se preocupan por brindarles las herramientas para que también se constituyan en autores de la transformación.
Conclusión
Para oprimir el opresor se vale de ciertas acciones manipuladoras encaminadas a mantener el control sobre las mentes del pueblo, en contraposición de las mismas existen acciones liberadoras que el pueblo puede llevar a cabo en su lucha por la libertad, no solo es cuestión de reconocer el estado de opresión y reflexionar sobre el mismo, sino organizarse de tal manera en la que puedan tener dominio sobre su visión del mundo, que lleguen a tener la potestad de decisión sobre las ideologías que van a adoptar como suyas.


Crítica
 “La Pedagogía del Oprimido”
Autor: Paulo Freire
Paulo Freire se preocupa por buscar una solución a lo que percibió como un problema realmente amenazador para la libertad humana, estableció baluartes necesarios para construir la libertad: conocer el mundo, explorarlo, concienciarse de la realidad y seguido de estas hacer una reflexión crítica sobre esta realidad recién descubierta, con miras a la organización de planes concretos y definidos para cambiar su realidad de opresión.
Es de suma importancia que el pueblo forme parte activa de su realidad, que no sean meros receptores, meras marionetas a merced de lo que otros quieren que estos sean.
Todos contamos con la capacidad de tomar las riendas de nuestras vidas, pero debe existir ese deseo de libertad y de cambio.
Pienso que podría existir algo de idealismo en las ideas compartidas por Freire ya que en algunos casos considero que en la cultura de ciertas poblaciones no se les ha instaurado la necesidad de ser libres (porque es una necesidad y a su vez un derecho) y por ello, los mismos están acostumbrados a ser “esclavos” (de forma tanto literal como figurativa) y en algunas ocasiones se muestran cómodos con esa situación y más aún en algunos casos se benefician de la misma, por ejemplo recibiendo la “falsa generosidad” hecha material, de sus opresores.  Por otro lado pueden llegar a amar ese pisoteo, creciendo en una situación de maltrato, constituyéndose víctimas de la suerte que les tocó. Puede llegar formar parte de un círculo vicioso de una simbiosis mortal.
Considero que no todos los “menos favorecidos” son víctimas de opresión, muchos eligen serlo.
También resulta utópico pretender que el opresor renazca y cambie al 100% su forma de pensar sin conservar al menos una mínima parte de su esencia de opresor, pienso que es prácticamente imposible , por más que se tenga lo voluntad de cambiar de deshacerse de ciertos estilos al menos de pensamiento que imperaban en su vida anterior. Con esto no quiero decir que su destino es el de ser opresoras para toda la vida, sino más bien enfatizar que no se puede hablar de buenos y malos.
En lo que si concuerdo totalmente  con el autor es que muchas veces para excusar la falta de compromiso o determinación para salir de la opresión, se justifica con el pensamiento de que: “Dios así lo quiso”, deshaciéndose así de su potencial para salir de ese círculo destructivo. También estoy de acuerdo en que muchas veces conviven en un mismo hombre la repulsión producto de la insatisfacción así como una atracción casi increíble hacia su opresor; producto de un anhelo de poder similar al que se ejerce sobre su persona.
Considero que si bien la educación ha ido evolucionando incluyendo educadores y educandos (en lo que respecta a sus formas de pensar) aún quedan restos de ideologías “bancarias” en la que solo el educador es capaz de transmitir enseñanzas, lecciones y conocimientos. Es tarea de nosotros, la nueva “generación de educadores” permitirle a los educandos pensar, reflexionar, formularse interrogantes y no menos importante aprender de ellos, tomar la experiencia de la docencia como una tarea enriquecedora tanto para el que enseña como para el que aprende.
Es vital el diálogo, escuchar lo que a los educandos les preocupa, sus inquietudes, permitir que la expresión de las mismas nutran el aprendizaje de ambos.
Se pueden buscar alternativas para la enseñanza como lo propone la educación problematizadora, en la que el educando y educador forman un equipo de trabajo y buscan juntos respuestas, conocimientos y los misterios que se encierran en el mundo. Es una concepción a mi parecer bastante moderna, positiva, la cual llevara sus años por no decir décadas para que pueda ser instaurada totalmente  en los centros educativos. Muchas veces debido a que se disfruta el “tener el poder”, el “saber más”, el tener autoridad y determinar que conocimientos se van a impartir y cuáles no.
Si bien se habla de cómo podemos despertar de esa opresión, es contradictorio como se plantea esa realidad, estableciendo que “siempre fue igual” dando la impresión que esto en realidad (paradójicamente) y contrario al mensaje que supuestamente se está planteando se puede revertir. Ya que “siempre existirán los opresores” que valiéndose de artimañas siempre buscaran tener al pueblo con los ojos vendados, posición un tanto fatalista y pesimista para mi concepto.
Se percibe un establecimiento de “buenos y malos”, donde cualquier acción por parte de los que se encuentran como líderes es percibida como un atentado contra la libertad del pueblo, considero que si bien no es posible descartar esas malévolas intensiones, no sería justo condenar cada acción como un intento de opresión.
Para concluir considero que cada uno de nosotros tenemos las facultades necesarias para luchar y ser libres en el contexto en el cual nos encontremos, pero para ello es necesario precisamente eso: Luchar por aprender del mundo y formar esa mirada crítica indispensable para transformarlo.
En el ámbito de la docencia es necesario dar la oportunidad a que todas las opiniones puedan ser escuchadas, reconocer que no somos portadores, como educadores, de todo el conocimiento, que mediante el dialogo profundo, la unión como equipo de trabajo, la exploración de las problemáticas imperantes, podremos avanzar en lo que respecta a que se escuche la voz de todos, a ser en definitiva un pueblo libre.

1 comentario:

  1. ¡Que reflexivo y refrescante su análisis! Rescato sus palabras "Luchar por aprender del mundo y formar esa mirada crítica indispensable para transformarlo".

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