Objetivo: Analizar la Pedagogía del Oprimido – Paulo Freire
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PREPARADO POR: ELKIS QUINTERO
CEDULA 4-296-741
Resumen
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Aportes
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CAPITULO I
Nadie libera a nadie, ni nadie se libera sólo.
Los hombres se liberan en comunión. Freire sustenta una pedagogía en la que
el individuo aprenda a cultivarse a través de situaciones de la vida
cotidiana que él vive, mismo que aporta experiencias útiles para generar
situaciones de aprendizaje.
No se trata de una pedagogía para el oprimido,
por el contrario, de él; el sujeto debe construir su realidad a través de las
circunstancias que generan el devenir cotidiano. Los textos que el individuo
construye le permiten reflexionar y analizar el mundo en que vive, pero no
para adaptarse a él, sino para reformarlo.
El método de aprendizaje de Paulo Freire no es
simplemente de reproducir las palabras ya existentes, sino que éstas se crean
y le permiten hacer conciencia de la realidad para luchar por su
emancipación, puesto que algunos adquieren una conciencia ingenua en la que
se dan cuenta de su situación, sin embargo no se esfuerzan por modificarla,
se sitúan en una actitud conformista al considerarla como algo normal,
incluso suelen adherirse a ella. Otros individuos construyen su realidad y se
liberan de la opresión pero extrañamente se convierten en el polo contra el
que luchaban.
CAPITULO
II
Una característica actual de la educación es la
narración y memorización excesiva que se presentan en las aulas, pero no se
analiza la esencia de ello, por ejemplo: 1945 marca el fin de la Segunda
Guerra Mundial, pero se desconoce cómo este hecho influyó en nuestras vidas y
las relaciones que establecemos en lo cotidiano, por el contrario,
simplemente se retiene la fecha. Esta situación, Freire la concibe como si
los alumnos fueran unos recipientes en los cuales se depositan los
conocimientos, así, el maestro es un depositario y los conocimientos son los
depósitos que realiza cotidianamente. La concepción bancaria de la educación
pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten mejor a
las situaciones reales y así poder dominarlos con mayor facilidad. Cuando más
pasivos sean, proporcionalmente se adaptarán, por lo tanto, se disminuye su
creatividad, estimulan la inocencia, lo cual crea las condiciones para que
los opresores surjan como sujetos generosos.
CAPITULO
III
Para alcanzar tal objetivo es necesario la
dialogicidad que se establezca entre el maestro y alumno, puesto que el
hombre no se hace en el silencio, sino en la palabra, la acción y la
reflexión, ante ello se destaca el uso del diálogo como elemento de
aprendizaje.
El diálogo que se establece entre los dos sujetos
contribuye a aumentar el amor recíproco, mismo que no puede ser semejante con
la cobardía, por el contrario es un acto de valentía, sin embargo no se trata
de una acción ingenua, sino que el amor impulsa entre los hombres el diálogo.
Algunas personas que se sienten líderes y acuden
a las masas para establecer diálogos con ellos, sin embargo no manifiestan
los intereses del pueblo sino los suyos, por lo tanto sólo los adaptan a
nueva forma de vida sin que se atienda a sus demandas históricas, sería caer
relativamente en el pensamiento ingenuo que se adapta a las condiciones sin
que se construya una distinta y apropiada que es lo que demanda el
pensamiento crítico; donde se construyan espacios que ofrezcan las
oportunidades de superación y liberación a través de la actuación cognitivo
CAPITULO IV
El opresor hace uso de la antidialogicidad para
mantener su status quo a través de diversos medios, por ello, es importante
conquistar a los oprimidos con el diálogo concreto repetidamente,
convirtiéndose este acto en una acción necrofilia, incluso algunos opresores
hacen uso de otros instrumentos ideológicos para conseguir su conquista.
Por otra parte, los opresores buscan evitar la
unión dialógica con el mismo objetivo anteriormente expuesto, en sus
discursos implícitos advierten lo peligroso que podría ser mantener la
"paz social" cuando a los oprimidos se les habla de los conceptos
de unión, organización, entre otros. Entre sus actividades principales está
el debilitarlo a través de la alienación con la idea de que se dividan entre
ellos y así mantener las cosas estables. Ante sus adversarios aparecen como
los únicos que pueden crear la armonía necesaria para vivir, sin embargo ésta
sirve para dividir; si algún individuo decide emprender una lucha liberadora,
es desacreditado, incluyéndolo en la "lista negra", evitando de
esta manera la realización, antecedente obligatorio para la liberación.
Además de la unión, la acción dialógica requiere
de la organización para evitar el dirigismo ideológico, por el contrario, es
un elemento constitutivo de la acción revolucionaria, misma que implica
conexión entre la acción y la práctica, audacia, radicalizar, pero no
sectarizar y valentía de amar, todas estas acciones deben ser claras sin caer
en la ingenuidad. Obviamente para que esta acción se realice debe estar
presente la disciplina, orden, objetivos precisos, tareas que cumplir y
cuentas que rendir antes sus semejantes, de ninguna manera se trata de una
actividad anárquica, sino el despertar para liberarse de la opresión en que
se encuentran.
La última característica de la acción dialógica
es la síntesis cultural que se da simultáneamente con la investigación
temática, puesto que pretende superar las acciones opuestas emprendidas por
los opresores, es decir, va más allá de la inducción, por lo que se trata de
la fuerza de su propia cultura como un acto creador que los reivindica con
otra visión de mundo distinta a la que se les impone sin cuestionarla.
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Considero que las ideas de este autor en
resumen es que el individuo se forme,
no formarlo, para ello propone que las situaciones de aprendizaje emanen de
las vivencias que constantemente enfrenta en su cotidianeidad, eludiendo las
experiencias artificiales en las que suela caer la educación actual, por el
contrario propone problematizar su vida para que se dé cuenta que requiere y
puede alcanzar un status distinto.
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