"Por una Educación Panameña de Calidad"
Por una Educación Panameña de Calidad
Para ofrecer una Educación Panameña de calidad, cada uno de nosotros tiene que comprometerse consigo mismo en ser parte del cambio. ¿De qué manera nos convertimos en el centésimo mono? Dependerá del rol, todos importantes, ninguno más que otro. Para esta propuesta nos enfocaremos en tres roles claves:
- El docente
- La familia y la sociedad
- El institucional
Ser un docente innovador investigador:
Una excelente formación de los docentes es vital para empezar a generar el cambio. Sin embargo, es la actitud personal la fuerza que plasma esos cambios en la realidad. Así, los docentes debemos estar permanentemente incorporando innovaciones didácticas o tecnológicas a nuestra labor para brindar una educación de calidad. ¿A qué me refiero?
Hace pocos años surge la neurociencia, la cual nos permite entender como funciona y aprende nuestro cerebro. Lo que nos permite romper algunos “neuromitos”. Uno de ellos, por ejemplo, estaba en proponer clases para los hemisferios derecho e izquierdo por separado. Actualmente, los educadores ya pueden entender la lateralización como algo relativo, ya que el cerebro trabaja como un todo, reclutando a diferentes zonas para que se de una función en específico (Campos, 2010). Por lo tanto, la lectura, la curiosidad, la actualización profesional son poderosas herramientas para todo docente.
Si hablamos de tecnología, su continua evolución desde la mitad del siglo XX ha puesto al sistema educativo en una encrucijada constante. Nuevos recursos tecnológicos como la computadora, el Internet, la pizarra digital interactiva, los celulares, las tabletas, los robots, entre otros; son cada vez más comunes en la vida de nuestros alumnos.
El mundo real ahora lo compartimos con el mundo virtual, gracias a Internet. Solamente esta innovación nos abre la puerta a un sinfín de posibilidades educativas novedosas, y ahora con las tabletas y celulares inteligentes, más cercanas que nunca.
Entonces, ¿cómo puede un docente educar para el siglo XXI? Pues simplemente, integrando a su didáctica algún recurso novedoso. Parece fácil, verdad! Sin embargo, la misma ciencia nos indica el problema. La mayoría de los seres humanos nos resistimos al cambio, preferimos la seguridad antes que la incertidumbre y evitamos los riesgos.
De esta manera, educar con calidad, conlleva que el docente aprenda a ser innovador. Y para ser innovador hay ciertas claves que los expertos nos dan. Porque no existe un ingrediente principal, sino una combinación de elementos que potencia la capacidad innovadora innata de cualquier persona, entre ellos:
La innovación se fundamenta en los conocimientos. Alimentar al cerebro con una amplia información es inmensamente necesario para el surgimiento de esas ideas innovadoras que buscamos. Por curiosidad, ¿cuántos libros han leído en el último mes sobre temas educativos? Luego de leer, lo han puesto en práctica…
Estamos viviendo en la época de la historia humana denominada Sociedad de la Información, del Conocimiento. Contamos con libros digitales, la mayoría de las universidades más prestigiosas del mundo ofrecen sus cursos, es decir, información muy valiosa mediante los famosos MOOC “Cursos online masivos y abiertos”, son gratuitos y algunos hasta te dan un certificado. Por lo tanto, para este ingrediente no tenemos excusas.
Pero tener una alta inteligencia académica no es garantía de ser innovador…
Necesitamos también desarrollar nuestra creatividad. Que es definida por el psicólogo estadounidense Robert Sternberg así: "La creatividad es, de alguna manera, una actitud ante la vida, fruto de una decisión. La persona creativa es alguien que asume riesgos, no tiene miedo a equivocarse. Y, sobre todo, es capaz de aprender de sus errores" (Redes, Divulgación y Cultura, 2012).
Aquí este experto señala un factor clave: es una actitud, una decisión. Hasta podemos ir más allá, debe convertirse en una creencia. Interiorizarse para proyectarse luego naturalmente en el exterior. Además, menciona otros ingredientes importantes: asumir riesgos y aprender de los errores. Recordemos que no podemos enseñar estas habilidades sino las poseemos. No se puede dar algo que no se tiene ¿verdad?
Por eso, les recomendamos a los docentes el libro de Sir Ken Robinson “El elemento: descubrir tu pasión lo cambia todo”. El Elemento es el punto en el que el talento innato se une con la pasión personal. Descubrirlo nos lleva a recuperar capacidades sorprendentes en nuestro interior. Desarrollarlo dará un giro radical a nuestro entorno laboral, a nuestras relaciones y, en definitiva, a nuestras vidas. Además, para este autor “La creatividad se aprende al igual que se aprende a leer”.
Y una vez que aprendo a ser innovador, que sigue. Simplemente, si eres innovador, ahora puedes unirlo a ser docente innovador. Esto lo puedes hacer directamente tu solo al aplicar ideas (técnicas, evaluaciones, entre otras) o tecnologías novedosas en tu aula de clase.
O bien, como somos seres sociales y, colaborando con otros se aprende mejor según la neurociencia y otras teorías de aprendizaje. Podemos formar equipos para realizar proyectos interdisciplinares dentro de nuestro propio centro educativo, a nivel nacional o incluso internacional.
Finalmente, tenemos un último reto. Convertirnos en un docente innovador investigador. Al reflexionar sobre la propia práctica educativa innovadora podremos avanzar con seguridad en nuestro objetivo, diseñar entornos de aprendizaje enriquecidos donde los alumnos reciban una educación de calidad.
Referencias:
Campos, A. (Junio de 2010). Neuroeducación: uniendo las neurociencias y la educación en la búsqueda del desarrollo humano. Recuperado el 12 de Noviembre de 2014, de La Educ@ción - revista digital (OEA): http://www.educoea.org/portal/la_educacion_digital/laeducacion_143/articles/neuroeducacion.pdf
Redes, Divulgación y Cultura. (27 de Agosto de 2012). La Inteligencia Creativa. Recuperado el 12 de Noviembre de 2014, de YouTube: http://youtu.be/VLYvQ8FgkPY
No hay comentarios:
Publicar un comentario